No hay mal que por bien no venga.......




Artículo extraido del libro el corazón de Aikido, recortes de periódico de varios escritores y pensamiento varios.

Gracias.

"En la vida, como en una carrera de obstáculos, surgen constantemente impedimentos grandes y pequeños. La superación de estas dificultades produce un gran deleite, al mismo tiempo que puede que caigamos en grandes depresiones, pero has pensado que ........¿No es éste el proceso de perfeccionamiento del yo?."

Actualmente estamos aquí gracia a nuestros padres. Nuestros padres existen gracias a sus padres. Cuando seguimos rastreando así las raices de nuestra existencia acabamos llegando a nuestro único origen y fuente, el padre de la raza humana, Dios. Dios es el creador de todas las cosas. Viendo que hemos nacido en la Tierra y que este ser nos ha dado la vida, podemos extraer la conclusión de que nuestra existencia aquí debe tener algún propósito o misión.

Naturalmente la gente no nace aquí, en la tierra, por su libre voluntad y por su propio poder. Asimismo, nuestro padres no tuvieron control sobre el tipo de niño que trajeron a este mundo. Si estas cosas fueran posibles, los padres crearían hijos de acuerdo a sus especificaciones, y habría muy poco o ningún sufrimiento en el mundo. Es Dios quien decide el tipo de niño que nacerá. Por tanto, que los seres humanos etiqueten a un niño inteligente de buen chico y a otro con una inteligencia inferior a la media de malo es no respetar la obra de Dios. Ningún niño nace malvado en este mundo. Entonces , ¿que factor es el reponsable de la extensión del mal en la sociedad? Debemos reflexionar sobe lo que está fallando en nuestra sociedad actual para que el mal no tenga lugar.

"Nunca juzgues a otra persona sin haber caminado un kilómetro con sus zapatos".

Cada persona ha sido bendecida con distintas capacidades y habilidades; nutrirlas y desarrollarlas es tarea de los padres,de la educación y cuando somos adultos desarrollar nuestras cualidades no destruirlas.

En el reino, hay plantas que crecen y se desarrollan sin limite, y también las que hay que, a pesar de recibir muchos cuidados humanos, no llegan a crecer. Lo mismo es válido para las personas; hay personas que se desarrollan maravillosamente por si mismas, y otras cuyo desarroyo llega gracias a la ayuda, el poder y la guía de otros. De ahí que el deber de los mayores o de los que nos han precedido sea evaluar, guiar y orientar a la nuevas generaciones. y las nuevas generaciones respetar y valorar el camino recorido por antiguas generaciones.
Ahora mas que nunca en unos dias de crisis, tensiones y desasosiegos, hay voces que gritan y que intentan contagiar esperanza, optimismo o alguna forma de energía. Si uno anota en el buscador Google la frase "crisis" encontrará mas de 650.000 páginas web que se repiten como un estimulante mantra, dicha o escrita por intelectuales, políticos, sociólogos, sindicalistas y gurúes. La antigua sabiduría popular de otros que pasaron por esto, comentan que en las circunstancias mas adversas es posible obtener alguna clase de provecho y de aprendizaje para salir con mas fuerza.

No podemos evitar los males que nos sobrevienen, pero sí corregir nuestra actitud a la hora afrontarlos. Si nos dejamos llevar por la pesadumbre y aquellos que intentan undirnos, es muy probable que no alcancemos a percibir el lado positivo que se esconde en muchas de la pequeñas o grandes contrariedades de la vida. La tendencia general es dar respuestas tristes a situaciones tristes, a concentrar nuestra mirada más en lo que sucumbebque en los que se levantan despues de un tropiezo. Estamos instalados en una cultura del victimismo que concede mayor autoridad al llanto que a la sonrisa y que considera poco menos que un sacrilegio el hecho de buscar la parte beneficiosa de los sucesos dolorosos o traumáticos.

"Lo que no me mata me hace mas fuerte".
sostenía Nietzsche anticipándose a los que decenios depués la psicología iba a denominar resiliencia: La capacidad de fortalecerse en medio de las adversidades y de mejorar donde otros sienten donde el mundo se les viene encima. Es cierto que ante determiandos males de dimensiones debastadoras, no hay ser humano capaz de ofrecer resisitencia. Pero incluso en estos casos el damnificado, tiene que elegir entre salir adelante o dejarse arrastrar por la corriente destructiva. el estóico Epicteto, convencido de que "Lo que perdura a los hombres no son los sucesos si no las opiniones a cerca de los sucesos" aconsejaba huir del llanto de la queja y la protesta esteril que solo servía para incrementar los efectos del mal y sustituir por la reflexión. En el peor de los caso siempre obtendremos una ganancia: La del aprendizaje y la experiencia.

Cualquier proceso de crecimiento-personal, empresarial..etc- pasa por una o varias crisis. Ellas nos obligan a ser imaginativos y audaces, a actuar con realismo, a tomar precauciones, a buscar salidas distintas a las consabidas, a adquirir nuevos útiles intelectuales y psocológicos, en suma: a madurar.

Tras la invitable fase de hundimiento ante las adversidades, se abre el horizonte de libertad para rehacer la vida con espectativas nuevas. Las enfermedades graves nos enseñan a apreciar las pequeñas cosas cotidianas que antes nos pasaban totalmente inadvertidas, cuando sufrimos tras un desengaño, traición, críticas, insultos..etc nos queda la lección del escarmiento, y esto nos lleva en definitiva a recibir toda esta oleada de negatividad con bueba cara, ya que la vida nos brinda al azar la oportunidad de hacer de estas experiencias virtudes. Es decir convertir los malos momentos en oportuidades para ser mejores.





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