
Tres espadachines se sentaron a una
mesa en una concurrida taberna japonesa y empezaron a burlarse en voz alta de su vecino, con la intención de que los retara a un duelo. El maestro-
Musashi, el mejor
samurai de todo Japón- parecía no darse cuenta de nada, pero cuando sus insultos se hicieron más rudos e hirientes, levantó los palillos y en cuatro rápidos tijeretazos capturó a cuatro moscas por el ala. Mientras dejaba sobre la mesa los palillos, los tres espadachines salieron a toda prisa del lugar.
Conclusión:
"Cualquier persona que alcance la maestría de un arte demostrará su fortaleza en cada una de sus actividades, acciones o actitudes".